Fuego (G.22)

Véase Se hace militar (G.1).

Enigmática escena de un hombre huyendo de las llamaradas y del humo provocadas por un incendio que amenaza con engullirlo. Un incendio del que, sin embargo, no vemos el resplandor. Al contrario, Goya ha construido un fondo sombrío sobre el que se recorta la figura iluminada del horrorizado protagonista, consiguiendo un efectivo claroscuro. Se subraya así el sentimiento de pánico que vemos en su rostro, y en el retórico gesto de las manos, que aparecen más perfiladas que el rostro; un miedo incontrolado que raya la locura y que también se observa en una escena de incendio que Goya ya había representado anteriormente, en el aguafuerte Desastre 41. Escapan entre las llamas.