Cultura

MUESTRA

DESDE EL MARTES HASTA EL 10 DE SEPTIEMBRE

Las joyas de la 'Hispanic Society', en el Prado

Una persona conempla 'La duquesa de Alba' de Goya, ayer en el Museo del Prado. SERGIO GONZÁLEZ VALERO

Llegan de Nueva York obras de Velázquez, Goya, El Greco y Murillo, entre otros artistas

Si un meteorito borrara España del mapa, lo mejor que hemos sido capaces de crear como nación durante cuatro milenios podría rastrearse a través de las piezas de la Hispanic Society of America, fundada en 1904 en Nueva York por el filántropo e hispanista estadounidense Archer Milton Huntington.

Ahora, lo mejor de lo mejor de la insigne institución radicada en Manhattan llega al Museo del Prado en la muestra Tesoros de la Hispanic Society of America. Visiones del mundo hispánico, abierta al público desde el próximo martes, 4 de abril, hasta el 10 de septiembre, que presenta un concentrado de 214 obras que abarcan pintura, escultura, manuscritos, artes decorativas y piezas arqueológicas y textiles.

Con razón afirma Mitchell A. Codding, director de la Hispanic Society y comisario de la exposición, que la sociedad que encabeza, propietaria de la mayor colección de arte hispano fuera de nuestro país -con más de 18.000 piezas-, es «una mezcla del Museo del Prado, la Biblioteca Nacional de España y el Museo Arqueológico Nacional».

Codding pretende que la institución, conocida especialmente por la obra de Sorolla y por la pintura de los siglos XIX y XX, sea valorada también por la inmensidad de sus fondos, que reúnen alrededor de 4.000 años de cultura -desde el Paleolítico hasta nuestros días- en la Península Ibérica, Hispanoamérica y, en menor medida, Filipinas.

Entre todos los tesoros de la muestra destacan La duquesa de Alba, de Goya, los cuadros de Velázquez Gaspar de Guzmán, Conde-Duque de Olivares, Camillo Astalli y Retrato de una niña, El hijo pródigo de Murillo, La Piedad de El Greco, cartas hológrafas de Velázquez y Rubens y el Mapamundi de Vespucci, por escoger sólo un puñado de ellos de un conjunto que permite «disfrutar de un museo dentro de otro», asegura el comisario.

Para el director del Prado, Miguel Falomir, la primera exposición que se inaugura después de haber tomado posesión del cargo constituye «una gran oportunidad para conocernos mejor a nosotros mismos y ver cómo nos ven los demás».

Las circunstancias se han aliado para conformar esta colosal exposición, patrocinada en exclusiva por la Fundación BBVA, que ocupará en su totalidad las salas de la ampliación del Prado. En primer lugar, que la Hispanic Society esté actualmente en obras de remodelación, hasta 2019; además, que dos de los lienzos de Velázquez se encontraran en Madrid para ser restaurados, lo mismo que La duquesa de Alba, que sólo había salido dos veces de EEUU y estaba restaurándose igualmente en el Prado una vez que se exhibió en 2015 en la retrospectiva sobre el pintor en la National Gallery.

Algunas de las obras presentes no se habían mostrado al público hasta ahora o bien permanecían inéditas. Es el caso de los relicarios de Santa Marta y Santa María Magdalena de Juan de Juni o el grupo de madera policromada, vidrio y metal titulado las Postrimerías del hombre, atribuido al ecuatoriano Manuel Chili, Caspicara; otras piezas se han recuperado recientemente como el extraordinario Mapa de Tequaltiche, que se creía perdido.

Es otra rareza poder contemplar una selección de piezas arqueológicas como diversas joyas celtibéricas, cuencos campaniformes y un broche de cinturón visigodo; muestras de artes decorativas entre las que se cuentan trabajos de orfebrería renacentista y barroca y cerámica de Manises, Talavera y Alcora, así como piezas textiles.

El espacio expositivo arranca en la Antigüedad, recorre la España medieval y se detiene naturalmente en el Siglo de Oro. Hace incursiones en las abundantes biblioteca y colección cartográfica de la Hispanic Society y se dedica por extenso a América antes de adentrarse en la España moderna, encarnada en los artistas casi contemporáneos a los que admiraba Archer Milton Huntington, léase Madrazo y Fortuny, y a aquellos con los que pudo trabajar en persona, especialmente Sorolla y Zuloaga.

El valenciano está muy bien representado en la exposición, con una veintena de cuadros de paisajes y tipismo español, si bien no ha podido viajar a Madrid, por los problemas que supone su transporte, el conjunto de14 paneles de Visión de España, dedicados a las regiones de nuestro país según el encargo del propio Huntington. Aunque el conjunto pudo verse en el Prado en 2009, el comisario Codding ya avisa de que «probablemente no vuelva a salir de Nueva York».

2 Comentarios

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Me pone enfermo que estos señores tengan la friolera de 18.000 obras del patrimonio artístico e histórico de España....teniendo obras que son joyas únicas de nuestra Historia e Identidad....Pero debo reconocer que esta institución deja el pabellón español muy muy alto. Es por eso que siempre digo que el museo del Prado si tiene una sucursal en EE.UU en la ciudad de New York donde esta esta Hispanic Society...Lo corte no quita lo valiente.

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La visite en dos ocasiones en Nueva York...El prestigio de España llega a todo el mundo occidental a través de su arte, especialmente en EE.UU. Los Sorollas son una maravilla.